Sin libertad puede haber expresión pero no pluralismo, este se basa en reconocer y tener en cuenta la opinión del otro.
La libertad existe si también lo hace el camino del diálogo al consenso, para consensuar hay que saber dar paso a las razones de los demás.
En democracia o no, todos los gobiernos quieren regular la expresión del pueblo, pero eso actualmente no es posible, porque para regular hay que primero controlar.
Hoy la tecnología en su faz benigna, permite el acceso a medios masivos con solo un clic de bajo costo, así facilita la “libertad de expresión” sin importar que esta sea en libertad o no.
De aquí nace la diferencia actual entre expresarse y poder hacer.
Antes se podía regular porque era fácil controlar grandes imprentas o unos pocos canales coartando la expresión, hoy no, contra millones de computadoras de hogares en redes de cable, aire y satélite, no existe control.
Por ello hoy en el mundo es tan importante el consenso en qué hacer después de que todos se expresan.
En pocos años los gobiernos y los grandes grupos se encontrarán sumergidos en un medio total, no habrá diferencia entre la red y la tv. La tecnología seguirá su trabajo logrando, creo yo, aumentar la velocidad de evolución del ser humano.
Más allá de lo bueno y lo malo de esta ley de medios y de los negocios de fondo, todo dependerá de cómo somos como sociedad, nuestros gobernantes son el reflejo del colectivo reinante en el país.
Nunca sobrarán los medios de expresión y la libertad para hacerlo, desde Argentina hasta la China existen bastantes medios, pero lo importante es escuchar lo que expresa el otro y razonar en grupo por el bien común.